Este es el caso del llamado mecanismo de Anticitera, un aparato mecánico capaz de seguir el movimiento de los cuerpos celestes y predecir eclipses solares y lunares, al cual muchos han llamado el primer “ordenador astronómico de la historia”.
Este dispositivo fue encontrado entre los restos de un naufragio, el cual ha sido datado en torno al 80 a.C, frente a las costas de la isla de Anticitera, de ahí su nombre. Actualmente, se encuentra expuesto en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Se trata de un bloque de bronce, en el que los Rayos X y TAC, han demostrado la existencia de 32 ruedas (aunque parece que podría estar formado por 72 en su origen) y placas con inscripciones relativas a los signos zodiacales y meses. La existencia de ese tipo de engranajes diferenciales es algo inaudito y sorprendente ya que está tecnología no aparece hasta el siglo XVI.
Tras décadas de estudios y numerosos análisis, el investigador Michael Wright consiguió, en 2006, hacer, lo que para él es una réplica exacta del enigmático aparato. Todo parece indicar que basándose en los modelos teóricos de Hiparco y Arquímedes, el aparato es capaz de indicar, tras ajustar una fecha concreta de forma manual, las posiciones del Sol, la Luna y los planetas conocidos en la época.
Para entender mejor el complejo mecanismo del descubrimiento os dejamos esta reconstrucción por ordenador y un vídeo con los detalles del descubrimiento y los estudios realizados sobre él.
© 2008 Tony Freeth, Images First Ltd
http://www.youtube.com/watch?v=UpLcnAIpVRA